¡Comienzo uno de los
últimos rotatorios antes de ser graduada en enfermería! Concretamente en la Unidad
de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Fundación Alcorcón.
He decidido crear un
diario reflexivo totalmente diferente a los realizados hasta el momento. Algunas
de las entradas agregadas contendrá un adjetivo indicando el sentimiento experimentado
a lo largo de las tardes rotadas en este servicio. Con ello quiero ver mi propia
evolución, cómo fueron mis primeros comienzos en la UCI y el final de la
rotación.
Aquí va la primera.
IMPACIENTE ¿Quién no siente impaciencia cuando va a descubrir
algo nuevo? ¡Todo el mundo! Y más, cuando en tu cabeza ronda el pensamiento de
que va a ser una experiencia inolvidable y sobre todo muy enriquecedora. Así me
he sentido yo durante mi primer día en la unidad. Impaciente por descubrir,
conocer y con grandes deseos de aprender.
Como siempre, lo primero
ha sido la presentación de mi tutora, en este caso, Alicia, además de conocer
la ubicación de las diversas habitaciones con las que cuenta la unidad.
Monitores, alarmas,
datos, cifras, bombas de infusión, fármacos, sondas, respiradores, cables y más
cables. ¡Sí! Esta es la UCI.
La imagen del paciente
rodeado por todo ello, impresiona. Y un pequeño escalofrío recorre todo el cuerpo. Es aquí cuando
comienzas a realizarte cientos de preguntas ¿qué
son todos esos datos y curvas reflejados en el monitor? ¿Que significan todos esos parámetros que
aparecen en el respirador? ¿Y todos esos fármacos?...pero la más importante
de todas es ¿por dónde empiezo? Considero
que lo fundamental de todo es velar por la seguridad del paciente crítico. En
éste, aparecen varios factores como, la complejidad y gravedad de los enfermos,
procedimientos diagnósticos y terapéuticos nuevos e invasivos, múltiples
fármacos y aparataje, que entre otros, implican un mayor riesgo y posibles
daños innecesarios.
Revisando algunos
artículos sobre este tema he encontrado las clases de accidentes más
frecuentes: medicación (24,5%), aparatos
(15,5%) y cuidados (14,5%). Para
evitar cometer algún tipo de error, prefiero ir despacio, conociendo poco a
poco el manejo instrumental y las actividades realizadas.
Monitor de cabecera
Hoy por ejemplo, hemos
empezado con la monitorización básica no invasiva (TA, FC, FR, Tª, Sat O2),
pues todos los pacientes ingresados en UCI necesitan de ella. Uno de los objetivos que me ha marcado mi tutora para esta
semana es que aprenda a manejar los monitores situados en los Boxes y en el
control de enfermería, cuáles son los límites de parámetros adecuados, las
alteraciones que podemos detectar y las falsas alarmas. Todo ello tiene gran
importancia pues si algo caracteriza a la función enfermera en una unidad de
críticos es la evaluación continua y objetiva del paciente para detectar y
anticiparse a las posibles complicaciones.
Monitor control de enfermería
REFLEXIÓN DEL DÍA: el aparataje es el estrecho colaborador en el
seguimiento continuo del estado hemodinámico del paciente grave, pero debemos
tener en cuenta que el método más antiguo y efectivo es la inspección y evaluación directa.
Reconocer los signos y síntomas ante cualquier situación nos ayudará a saber
valorar con antelación la información que nos ofrezca el monitor, éste es
simplemente un traductor el cual debemos interpretar y actuar en consecuencia.
El monitor nos ofrece información del estado actual del paciente y su evolución
según el tratamiento que se le esté aplicando, es primordial un buen uso del
aparato con los elementos apropiados para que los datos obtenidos sean fiables.
La
monitorización no invasiva es responsabilidad directa y exclusiva de la
enfermera.
¡Se debe tratar al paciente, no al monitor!
Bibliografía
consultada:
1. Páginas Web:
2. Chocarro L, Venturini
C. Procedimientos y cuidados en enfermería médicoquirúrgica. Madrid: Elsevier;
2006
3. Salvadores P, Sánchez P,
Carmona FJ. Enfermería
en cuidados críticos. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces; 2011.
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