DESORIENTADA: quizás esta sea la palabra que más defina hoy mi
estado en la unidad. “Nadie dijo que los comienzos sean fáciles” pero me siento
más perdida que nunca. Bueno la verdad que solo llevo dos días en la unidad,
pero la gran cantidad de información recibida ha hecho que apareciese en mí
este sentimiento.
La entrada de hoy, siguiendo un poco la dinámica de
la anterior, va dirigida a la monitorización invasiva. Consiste en
la vigilancia continua de las presiones intravasculares del paciente crítico: tensión arterial (TA), presión venosa
arterial (PVC) presión arterial periférica (PAP)… Además, evalúa la función
ventricular derecha e izquierda por medio de las presiones y el volumen minuto
cardiaco. Es básica en enfermería clínica avanzada.
Indicada
en IAM complicado, shock, cirugía cardiaca, pacientes en estado crítico con
problemas cardiacos asociados como en la sepsis, IR, IRA, y en la valoración
del tratamiento vasodilatador en fallo del ventrículo izquierdo.
La monitorización hemodinámica invasiva es un tema
muy extenso, por ello la entrada de hoy va dirigida en concreto a describir el
sistema de monitorización de presión que dispone uno de los pacientes de la
unidad, así como las consideraciones más importantes a tener en cuenta para
manejarlo de la forma más correcta y segura.
El equipo de monitorización hemodinámica está compuesto por un catéter, sistema, bolsa de suero salino isotónico, presurizador, transductor y monitor.
Para mantener permeable la vía, es necesario un sistema
presurizado con flujo continuo y de lavado rápido intermitente. Para
presurizar el sistema, se utiliza una bolsa de suero salino isotónico dentro
del presurizador, inflado a una presión de 300 mmHg o para asegurar un flujo
continuo de 3 ml/h. El sistema está conectado al transductor y el transductor
al catéter, a través de una alargadera. Es importante purgar el sistema
correctamente para no distorsionar las curvas.
Establecemos el “0”: ya que las presiones intravasculares son relativas a
la presión atmosférica. Para medir presiones venosas o arteriales colocamos el
transductor en el eje flebostático
(cuarto espacio intercostal, línea media axilar; que es la referencia externa
de la aurícula derecha). Una vez colocado, abrimos la llave de tres pasos del
transductor y lo ponemos en contacto con la atmósfera, de esta manera obtenemos
el “0”, y una que vez que observamos el cero en el monitor podemos volver a
conectar hacia la vía que queremos monitorizar: arteria (TA), catéter central
(PVC, que debe medirse por la luz distal), en este momento observaremos la
curva con sus valores en el monitor.
REFLEXIÓN DEL DÍA:
Los
cuidados del equipo de monitorización están encaminados a disminuir al
máximo el riesgo de infección del paciente, y mantener la integridad del equipo
para obtener datos precisos y fiables.
- Técnica estéril durante la preparación, asepsia en su manejo.
-
Comprobar la integridad del sistema.
- Calibrar el sistema cada 8h y siempre que el
transductor se movilice, o se movilice al paciente.
-
Mantener el sistema bien presurizado, ajustarlo
cuando se afloje.
-
Establecer en el monitor la escala de medida más
idónea.
Bibliografía
consultada:
- Esteban A, Martín C. Cuidados intensivos en Enfermería. Editorial Harcourt, Madrid. 2001
- Cantos Y. Monitorización invasiva del sistema cardiovascular. En: Esteban A, Martin C. Manual de cuidados intensivos para enfermería. 3ª Ed. Madrid: Springer-Verlag Ibérica; 2000; 53-62.
- Sánchez M. Atención especializada de enfermería al paciente ingresado en Cuidados Intensivos. Editorial Formación Alcalá, Jaén. 2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario